domingo, 13 de marzo de 2016

Caso Naudin un gran reto

En una muestra de total apoyo, el gobierno galo instruyó a su embajador en el país, a prestar "asistencia y apoyo" al señor Naudin a fin de que se le garanticen sus derechos. 

  

Intervención de EE UU...

La intervención de Estados Unidos para que Naudin fuese deportado de Egipto a República Dominicana fue siempre obvia pero quedó en evidencia cuando el propio acusado reveló en el tribunal que llegó engañado al aeropuerto de El Cairo creyendo que estaba en libertad, como le dijeron las autoridades egipcias.

Fue en el aeropuerto de El Cairo cuando supo que su destino era la República Dominicana y que estaba siendo extraditado. Se lo comunicó el director de la Interpol, un oficial dominicano que había viajado expresamente a buscarlo, y regresaron haciendo escala en Nueva York sin poder salir del aeropuerto JFK.

Aquí denunció que su permanencia por más de un mes en la cárcel egipcia fue traumática, que estaba apiñado en una pequeña celda de cinco metros cuadrados junto a otros nueve o diez reclusos y que apenas podía comer una vez al día. La cárcel dominicana --dijo-- “es un hotel de cinco estrellas” comparada con su experiencia en El Cairo.

Desde su llegada al país el fin de semana pasado Naudin estuvo recluido en la cárcel preventiva del Palacio de Ciudad de Nueva hasta la tarde del jueves cuando fue llevado a Najayo, una prisión que forma parte del nuevo modelo penitenciario y donde deberá permanecer por lo menos los próximos tres meses cuando sea revisada por el tribunal de Atención Permanente.

La defensa de Naudin apeló la sentencia por considerarla injusta bajo el argumento de que no se sostiene en las pruebas presentadas por el ministerio público.

Aristas del conflicto

Según las agencias norteamericanas, Naudin, Odos, Fauret, Chauprade y un quinto implicado identificado como Pierre Malinowsk --los dos últimos solicitados también en extradición por la Justicia dominicana a través de la Interpol--, forman parte de un entramado mafioso que introdujo a Europa cientos de toneladas de drogas en el caso llamado “Air Cocaine”.

Esa droga, según las agencias norteamericanas, tenía origen en Sudamérica y seguía ruta por el Caribe hasta llegar a la Riviera Francesa a través de vuelos charters que partían de Haití y República Dominicana. Odos y Fauret, junto a otros dos ciudadanos franceses, fueron arrestados en la primavera de 2013 en Punta Cana con un avión cargado con 700 kilos de cocaína. La Justicia dominicana los condenó a 20 años de reclusión y al momento de su fuga se encontraban en “prisión domiciliaria”.

En su condición de diputado al Parlamento Europeo, Chauprade está protegido por inmunidad parlamentaria y mientras prevalezca esa condición no puede ser arrestado para que responda por las acusaciones en el país como sí ocurrió con su socio Naudin que fue detenido en El Cairo y extraditado. Aún le restan casi dos años para agotar su período como legislador.

El expediente abierto contra el grupo de franceses se ventila en la Costa Azul de Francia donde supuestamente se depositó la droga contrabandeada, pero los dos pilotos fugados de la República Dominicana aún guardan prisión en París conjuntamente con otros implicados en la red mafiosa que incluye funcionarios aduaneros y empleados y servidores de varios aeropuertos internacionales donde supuestamente fue desembarcada la droga.

El caso adquirió características políticas cuando se quiso involucrar al ex presidente Nicolás Sarkozy al comprobarse que se movilizó por Europa en aviones pilotados por Odos y Fauret bajo la coordinación del diputado Chauprade, vinculado políticamente al ex gobernante, lo mismo que Naudin.