En una muestra de total apoyo, el gobierno galo instruyó a su embajador en el país, a prestar "asistencia y apoyo" al señor Naudin a fin de que se le garanticen sus derechos.
Intervención de EE UU...
La intervención de Estados Unidos para que Naudin fuese deportado de
Egipto a República Dominicana fue siempre obvia pero quedó en evidencia
cuando el propio acusado reveló en el tribunal que llegó engañado al
aeropuerto de El Cairo creyendo que estaba en libertad, como le dijeron
las autoridades egipcias.
Fue en el aeropuerto de El Cairo cuando supo que su destino era la
República Dominicana y que estaba siendo extraditado. Se lo comunicó el
director de la Interpol, un oficial dominicano que había viajado
expresamente a buscarlo, y regresaron haciendo escala en Nueva York sin
poder salir del aeropuerto JFK.
Aquí denunció que su permanencia por más de un mes en la cárcel
egipcia fue traumática, que estaba apiñado en una pequeña celda de cinco
metros cuadrados junto a otros nueve o diez reclusos y que apenas podía
comer una vez al día. La cárcel dominicana --dijo-- “es un hotel de
cinco estrellas” comparada con su experiencia en El Cairo.
Desde su llegada al país el fin de semana pasado Naudin estuvo
recluido en la cárcel preventiva del Palacio de Ciudad de Nueva hasta la
tarde del jueves cuando fue llevado a Najayo, una prisión que forma
parte del nuevo modelo penitenciario y donde deberá permanecer por lo
menos los próximos tres meses cuando sea revisada por el tribunal de
Atención Permanente.
La defensa de Naudin apeló la sentencia por considerarla injusta bajo
el argumento de que no se sostiene en las pruebas presentadas por el
ministerio público.
Aristas del conflicto
Según las agencias norteamericanas, Naudin, Odos, Fauret, Chauprade y
un quinto implicado identificado como Pierre Malinowsk --los dos
últimos solicitados también en extradición por la Justicia dominicana a
través de la Interpol--, forman parte de un entramado mafioso que
introdujo a Europa cientos de toneladas de drogas en el caso llamado
“Air Cocaine”.
Esa droga, según las agencias norteamericanas, tenía origen en
Sudamérica y seguía ruta por el Caribe hasta llegar a la Riviera
Francesa a través de vuelos charters que partían de Haití y República
Dominicana. Odos y Fauret, junto a otros dos ciudadanos franceses,
fueron arrestados en la primavera de 2013 en Punta Cana con un avión
cargado con 700 kilos de cocaína. La Justicia dominicana los condenó a
20 años de reclusión y al momento de su fuga se encontraban en “prisión
domiciliaria”.
En su condición de diputado al Parlamento Europeo, Chauprade está
protegido por inmunidad parlamentaria y mientras prevalezca esa
condición no puede ser arrestado para que responda por las acusaciones
en el país como sí ocurrió con su socio Naudin que fue detenido en El
Cairo y extraditado. Aún le restan casi dos años para agotar su período
como legislador.
El expediente abierto contra el grupo de franceses se ventila en la
Costa Azul de Francia donde supuestamente se depositó la droga
contrabandeada, pero los dos pilotos fugados de la República Dominicana
aún guardan prisión en París conjuntamente con otros implicados en la
red mafiosa que incluye funcionarios aduaneros y empleados y servidores
de varios aeropuertos internacionales donde supuestamente fue
desembarcada la droga.
El caso adquirió características políticas cuando se quiso involucrar
al ex presidente Nicolás Sarkozy al comprobarse que se movilizó por
Europa en aviones pilotados por Odos y Fauret bajo la coordinación del
diputado Chauprade, vinculado políticamente al ex gobernante, lo mismo
que Naudin.